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Pablo Michelini, exfutbolista de San Lorenzo, conversó con Juan Pablo Francia y Renzo Masciotra en el aire de TT Sports, emitido por Radio Trend Topic. Habló sobre su vida actual alejada del fútbol, recordó su etapa como jugador y dio su mirada sobre el complicado presente que atraviesa San Lorenzo, tanto en lo futbolístico como en lo económico.
Por Matías Monteagudo.
El «Ciclón» está viviendo tiempos turbulentos y los confusos manejos dirigenciales se trasladan a la cancha. El equipo se ubica en el puesto 23 de la tabla de posiciones, lleva 4 derrotas al hilo, incluida la del clásico frente a Huracán y, nuevamente, se encuentra en la búsqueda de un DT tras la salida de Paolo Montero, quien solamente duró 17 fechas en el cargo. Pablo Michelini, el exmediocampista que supo alcanzar la gloria en reiteradas ocasiones con el conjunto de Boedo, expresó su opinión sobre la situación institucional: “La gente tiene que entender que el club está en un proceso complicado, con problemas económicos. Hay que arrancar con otra expectativa, no pensar en un equipo que puede salir campeón”. Y, sin dar nombres específicos, criticó el rendimiento de los futbolistas: “San Lorenzo no tiene un plantel como para pelear ahí abajo. Con lo que le pagan a los jugadores, tienen que rendir más”.
Michelini se retiró del fútbol en el año 2005 pero, a diferencia de lo que pasa con muchos jugadores, él ya tenía planeado su futuro casi a la perfección y cambió los cortos por el traje. Hoy en día es un exitoso empresario, especialmente involucrado en el negocio de los hidrocarburos, y que además posee un hotel en Neuquén y una famosa cafetería junto con su esposa. “El jugador debería planificar su futuro en su mejor momento. Cuando dejan el fútbol entra cero plata, y hoy está muy difícil poder generar con lo que uno tiene ahorrado. El jugador tiene un nivel de gasto importante”, reflexionó en tono de consejero.
Además, contó que no extraña sus días como futbolista, pero sí cambiaría un hábito que solía tener cuando aparecían los malos resultados: “Si empezara a jugar de nuevo, trataría de disfrutar un poco más y no hacerme tanta mala sangre. Cuando me iba mal, lo recontra sufría”.
Por último, aseguró que no se siente capacitado para darle una mano a San Lorenzo debido a su alejamiento del fútbol y que tampoco piensa en siquiera realizar el curso de entrenador: “Cuando me retiré, me alejé del fútbol y le di un giro a mi vida. Ser técnico es como ser 10 jugadores juntos porque tenés toda la responsabilidad y la intensidad de las decisiones. Yo no estaba dispuesto a sufrir y pagar ese costo”.
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