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Juan Pedro «Pipa» Gutiérrez, exbasquetbolista de la Generación Dorada, estuvo en el aire de TT Sports, con Juan Pablo Francia y Renzo Masciotra, emitido por Radio Trend Topic. Habló del presente de Facu Campazzo y de su fanatismo por Marcelo Gallardo. También compartió una anécdota increíble en torno a una de las dos veces que pudo ver personalmente a Maradona.
Por Ignacio Sonderéguer.
Facundo Campazzo, la última adquisición de los Denver Nuggets, franquicia de básquet de la NBA, se convirtió en la sorpresa del deporte argentino de las últimas semanas. Despertó en los aficionados un orgullo por la bandera argentina. Todavía no hizo un debut en una competencia oficial pero cada partido amistoso que juega es analizado con minuciosidad y hace eco en los medios locales. «Lo de Facundo va a ser muy bueno para el deporte argentino. Que haya un pibe de 1,80 jugando en la NBA va a hacer que muchos chicos de esa altura se animen y vayan a decirle a sus papás de ir a jugar al básquet», dijo.
El Pipa tiene una personalidad muy humorística. Es muy activo en redes y ahí «se pasa de rosca» como dice él y cuenta lo que vive. Es hincha del Real Madrid y fanático de River. «Me gustaría la final Boca y River en la Libertadores, pero creo que Argentina no está en un momento para eso. Estamos con las emociones muy a flor de piel y pueden pasar cosas feas», dijo. Contó de una vez que se encontró con el Muñeco, a quien tendría pegado en un poster en el cuarto si fuera un adolescente, dijo en chiste. «Le pediría disculpas a Gallardo si lo conociera alguna vez. Lo vi, en un bar, el día que asumió en River. Vivo cerca de Obras. No le dije nada, pero adentro mío pensaba ‘qué fierro caliente le dieron’. Gallardo agarraba un equipo con varios jugadores que se iban y yo dudaba mucho de él. Y unos meses después Pisculichi hacía goles de todos lados y la rompió toda», manifestó.
Pero entre tantas risas y anécdotas. La más sorprende fue sin dudas la que tuvo con el Diego en 2010, en un amistoso de la Selección argentina de básquet. En la previa de ese partido, mientras entraban en calor, el equipo escuchó un disparo. En el momento no supieron bien de qué se trataba. Resulta que hubo un asesinato dentro del estadio por una disputa familiar. «Escuchamos un tiro que no fue cerca del vestuario. No nos enteramos ahí que habían matado a alguien. Solo que había pasado algo. Lo más loco es que el partido se jugó igual. Es más, se jugó más tarde del horario previsto porque esperamos a Maradona que llegó tarde. Una locura, no se tendría que haber jugado siquiera».
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