Por el aire de TT Sports, en Radio Trend Topic, pasó Gonzalo Carou, el histórico pivote del seleccionado argentino de Handball. El deporte a nivel mundial se ve afectado por la pandemia, el experimentado capitán compartió de qué manera se sobrelleva la crisis infecciosa en España y cuáles son sus expectativas de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio, oficialmente postergados desde el martes pasado. Conflictuado, expresó: “No es lo más importante pero es raro porque siempre tuve el sueño de participar en uno. Poder hacer algo grande, algo histórico, y de golpe hay incertidumbre”.
Por Ignacio Sonderéguer.
Por el momento, el comité de los Juegos Olímpicos resolvió aplazar la competencia al 2021. Se coordinará en las próximas semanas que fecha quedará finalmente. Así lo decidieron el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y el presidente del COI, Thomas Bach, en una conversación telefónica que mantuvieron, en la que estuvieron presentes otros representantes de las autoridades deportivas de Japón. El anfitrión deberá asumir grandes pérdidas económicas que hubieran venido de patrocinios y turismo principalmente pero también debe afrontar una dura gestión con respecto a la villa olímpica cuyas viviendas ya habían sido compradas bajo contrato por particulares.
“Fui de los que creyó que no iba a ser tan terrible. Cuando no estaba cerca no le daba la importancia que tenía que darle”, dijo sobre el virus. Gonzalo alcanzó los cuarenta años. Sabe que la clasificación a los Juegos Olímpicos que logró con el conjunto argentino en 2019, podría ser la última que viva como jugador profesional. “Cuanto más se postergue, más complicado será para mí. En 2021 puedo pelear un lugar, 2022 hubiera sido imposible”. Él está angustiado por la grave situación de España y preocupado por el núcleo de su familia que está acá. Con la contradicción de querer competir pero sin dejar de priorizar el bienestar general, el entrevistado soltó la siguiente reflexión: “Aunque quede mal hablar de un espectáculo en medio de una pandemia, es una forma para no pensar solo en la gente que se enferma o fallece”. Luego, agregó: “Pensar que puede ser mi último partido de la selección y no poder despedirme de la mejor manera”.
El capitán de Los Gladiadores pasó toda su adultez en España. Se mudó de Argentina en el 2001, antes de la crisis, cuando era adolescente. En el ocaso de su carrera profesional, evalúa qué opciones tiene de cara al futuro. “Dependerá de alguna oferta de trabajo serio. Hice el curso de entrenadores acá en España”. Al final, expresó a modo de deseo sus ganas de volver a su país de origen, para “devolver toda la experiencia” que adquirió en el León, su equipo en España, para llevárselo a los suyos.
ESCUCHÁ LA ENTREVISTA COMPLETA ACÁ: