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Cristian Poglajen, medallista de bronce con la Selección Argentina de vóley en Tokio 2020, conversó con Juan Pablo Francia y Renzo Masciotra en el aire de TT Sports, emitido por Radio Trend Topic. Habló sobre la complicada preparación del equipo para los Juegos Olímpicos, explicó el cambio de mentalidad que tuvieron con respecto a Río 2016 y dio detalles sobre el histórico bronce obtenido en Tokio.
Por Matías Monteagudo.
El seleccionado argentino de vóley masculino hizo historia en la capital japonesa al lograr la medalla de bronce después de 33 años. El último festejo de nuestra selección en una cita olímpica también había sido en el continente asiático, en la edición de Seúl 1988. El «Polaco» Poglajen, uno de los jugadores más experimentados del equipo, explicó el sacrificio que hicieron para tratar de llegar a Tokio en la mejor forma posible: “La preparación fue atípica y después tuvimos una VNL jodida por el tema de los contagios, nos fuimos incorporando de a poco al equipo. Decidimos quedarnos allá para llegar a los Juegos en mejores condiciones, y eso conllevó estar más de 80 días afuera del país, pero teníamos el objetivo de la medalla cueste lo que cueste”.
El combinado albiceleste tuvo un arranque turbulento en estos Juegos Olímpicos, con dos derrotas de manera consecutiva ante la delegación rusa y frente a Brasil. Sin embargo, en el tercer partido y contra un rival muy duro como Francia, se vio un cambio de chip muy importante que marcó el punto de inflexión a partir del cual el viento empezó a soplar para nuestro lado: “Sabíamos que contra Francia era el partido a ganar porque si perdíamos hubiera sido muy difícil revertir la situación. Se nos dio el triunfo y se festejó muchísimo, pero sabiendo que todavía teníamos un largo recorrido por delante”, reconoció Poglajen.
A partir de la gran victoria frente a los «galos», el barco argentino logró enderezar el rumbo y navegar hacia las semifinales venciendo a Túnez y a Estados Unidos para avanzar en la fase de grupos y consumando una hazaña frente a Italia en cuartos de final. Claro está que ningún barco navega sin un buen capitán y, según la mirada del «Polaco», la capitanía de Luciano De Cecco fue muy importante para el grupo: “Cumplió muy bien el rol de capitán, siempre tuvo los pies sobre la tierra. En los momentos de euforia como contra Francia y Estados Unidos, él se alegraba pero por dentro pensaba que esto es largo y que todavía el objetivo estaba lejos, transmitía tranquilidad”.
En el duelo de semifinales, Argentina se volvió a cruzar con Francia pero, lamentablemente, esta vez la historia fue diferente y los europeos lograron el pase a la final con un contundente 3-0. No obstante, los dirigidos por Marcelo Méndez sabían que dentro de dos días tendrían la oportunidad de enfrentar a Brasil por el bronce y, de ganar, no necesitarían una medalla de oro para escribir una página dorada en la historia del vóley argentino: “Nos pusimos en la cabeza la meta de traernos una medalla, sabíamos que era un objetivo muy ambicioso pero fuimos con esa mentalidad. Fue increíble que se nos haya dado de esta forma, y ganarle el clásico a Brasil nos dio un gustito extra de felicidad”, expresó el nacido en Rafael Castillo, notablemente feliz por haberse subido al podio.
Por último, Poglajen contó que pensará en su futuro y habló sobre la posibilidad de estar presente en París 2024, cita a la cual llegaría con 35 años: “Ahora quiero disfrutar de este gran logro, después habrá tiempo de pensar si uno está para seguir. Dependerá de cómo esté físicamente y de si el técnico me quiere para cierto rol. Faltan 3 años para París, pero si estoy bien y le puedo dar una mano al equipo, yo voy a estar”.
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