El cordobés que logró el regreso de la lucha argentina a un Juego Olímpico tras 24 años, Agustín Destribats, pasó por el aire de TT Sports, en Radio Trend Topic, y compartió los detalles del momento particular en que le tocó alcanzar su máximo logro deportivo: plena pandemia de coronavirus. Además, confesó: «Recuerdo que lloré un día y medio después de clasificar».
La organización de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 aún mantiene los redoblantes en repiqueteo y no exhibe certezas de cara al futuro. Claro está: por la magnitud y el nivel de trascendencia y relevancia deportiva que simboliza el evento, así como también por los incontables negocios multimillonarios que lo rodean. El Comité Olímpico Internacional sostiene, por su parte y a pesar de la renuncia de varias delegaciones de peso -Australia y Canadá ya anunciaron que no se presentarán a competir en caso de que celebren los Juegos-, que evaluará las posibilidades y que la suspensión todavía no es la primera opción.
En medio de ese mar de incertidumbre, un cordobés de 22 años que gritó fuerte en Canadá por la adquisición de un boleto rumbo a la ilusión y que apretó con sus puños una histórica clasificación para la lucha argentina espera, en su casa y en cuarentena, la confirmación oficial: podrá hacer realidad su sueño o no.
A propósito de esto, Agustín Destribats expresó: «Dos días antes del Preolímpico de Canadá, nos cayó un mensaje a todos los competidores diciéndonos que no podíamos ir a la competencia por el coronavirus«. Y recordó: «En el momento en que estaba la duda de cancelar el Preolímpico o no, yo trataba de no prestar atención y concentrarme en obtener la clasificación».
Al momento de reconstruir su historia, Agustín rememoró: «Me inicié en la lucha a los diez años. Un vecino me dijo que tenía que hacer deporte. Yo no sé lo que veía en mí, pero me dijo que vaya. Fui al club y la lucha me encantó». Y continuó: «A los tres meses salí campeón de un torneo nacional en Córdoba y ya me diferenciaba en el grupo. Pasaron los años y cada vez me gustó más, hasta decidir ponerme metas. Siempre he tratado de mostrar la lucha y que la gente la conozca. Es un deporte muy lindo. Mucha gente del barrio ya tiene una idea. Pero antes me decían que hacía karate».
En relación a la suspensión, postergación o realización de los Juegos Olímpicos, Agustín no tuvo dudas: «Para mí, respecto a los Juegos, tiene que hacerse lo mejor para la salud de todas las personas. Pero yo estoy abierto a cualquier decisión». Y, con el deseo de poder usar ese boleto que consiguió para ir en búsqueda de su sueño, concluyó: «Si me dicen que se hacen los Juegos Olímpicos, iría con los ojos cerrados».
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