El entrenador del Arsenal de Sarandí líder de la Superliga, Sergio Rondina, pasó por el aire de TT Sports, en Radio Trend Topic, y analizó el buen comienzo de temporada de su equipo en la máxima categoría. «Me encanta que el grupo tenga confianza, pero eso no hace que no sepamos nuestra realidad ni que cambiemos el objetivo», dijo.
Arsenal de Sarandí es, en este arranque de la Superliga del fútbol argentino, la gran sorpresa del torneo: tres partidos disputados, tres ganados, puntaje ideal y único puntero. Y para completar el combo: con gran parte del plantel que forzó una definición mano a mano con Sarmiento de Junín, en la pasada temporada de la ex B Nacional, para lograr el tan ansiado ascenso a Primera. A propósito de este presente del equipo del Viaducto, Sergio «Huevo» Rondina, director técnico del Arse, expresó: «Confié en la base que quedó y en los chicos que llegaron. Este sistema ya lo venimos trabajando hace un año. Anhelábamos ser competitivos desde el primer día».
A la hora de buscar y encontrar argumentos que expliquen este gran momento de un equipo recientemente ascendido, cuyo presupuesto se encuentra muy por debajo del de muchas otras instituciones, Rondina manifestó: «Por nuestra lucha de mantener la categoría, más allá de sacar o no buenos resultados, apostamos a jugar amistosos con equipos de Primera para tomar ritmo de competencia». Y agregó: «Contra Banfield, en la primera fecha, ocho de nuestros once jugadores fueron del plantel que logró el ascenso. Es importante mantener una base».
En cuanto al armado del plantel profesional con el cual Arsenal asombra al fútbol nacional, el Huevo explicó: «La realidad económica incide y no tengo por qué mentir. No podía armar un equipo de cero. Era imposible económicamente y nada me garantizaba que salga todo bien». Y añadió: «Yo sabía que si los jugadores que teníamos tomaban el ritmo de competencia, podrían jugar en Superliga. De los miles de jugadores que me ofrecieron, apostamos a casos específicos. Buscamos piezas puntuales y a todos les ofrecí continuidad, con el objetivo de mantener la categoría».
Sergio Rondina ya registraba un paso por Arsenal de Sarandí, también en la máxima categoría, previo al descenso a la B Nacional del club identificado con la familia Grondona. Y al momento de recordarlo y compararlo con la actualidad, aseveró: «Mi primer paso por Arsenal, en Primera, no fue malo. Esto no es una revancha, sino otra posibilidad de demostrar que estamos capacitados para dirigir en Primera». Y continuó: «Tenemos jugadores que se merecían la oportunidad de estar en Primera y hubo otros a los que les tuve que decir que no y me dolió muchísimo. Hay un compromiso grande con el objetivo».
En medio de este presente de elogios, entusiasmo y buenos resultados, Rondina prefirió la calma y la mesura que lo caracterizan: «Me parece perfecto que el grupo tenga confianza. Me encanta. Pero eso no quita que nosotros sepamos nuestra realidad ni que cambiemos de objetivo». Y cerró: «Estoy muy contento con la carrera que he hecho como técnico y, más aún, de tener trabajo. Desde que arranqué, siempre tuve trabajo. Y hoy, dirigir en Primera es una satisfacción».
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