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Gastón Damián Aguirre, exfutbolista de Temperley, Newell’s, San Lorenzo y otros, conversó con TT Sports, por Radio Trend Topic, luego de tomar la determinación de abandonar la práctica profesional tras su último paso por San Martín de Burzaco. En el Estadio Alfredo Beranger, hogar de Temperley, le rindieron homenaje. «Tengo orgullo de que me quieran tanto”, expresó.
Por Ignacio Sonderéguer.
El domingo 17 de noviembre se despidió de su gente con una gran ovación en el entretiempo de Temperley – Independiente Rivadavia. Así relató ese momento: “Fueron muchas sensaciones. Juntaron a toda mi familia en el medio de la cancha. El nerviosismo de tener mi última entrada en la cancha me llevó a las lágrimas. Si bien ya no era jugador del club en ese momento sentí que había dejado nunca de ir a esa cancha. Fue emocionante que la gente me vea por última vez en un campo de juego y quiera despedirme. Temperley es mi casa. Me tocó ser capitán cuando ascendimos. Pasaron muchas cosas que me hacen reconocido en el barrio y me llena de alegría. Tengo orgullo de que me quieran tanto”.
Nunca parece ser el momento indicado para dejar una pasión. Gastón no fue obstinado e interpretó las señales que le indicaban que ya era hora: “Dejé el fútbol antes de que el fútbol me dejara a mí. Padezco de la rodilla desde que volví de aquella lesión contra Alem de visitante. Nunca volví a estar normal, siempre con dolor. Hoy tengo 38. Antes, más joven, aguantaba más el dolor. Partido tras partido me dolía, a la mañana me costaba levantarme. Fueron cosas que me marcaron para decirme que tengo que parar la pelota. Pensé: ‘Cuántos partidos jugué. Ya estoy grande’. No quería ser una carga para el club que me dio la puerta para que me pueda retirar. Sentí que hasta ahí había llegado. Me dije a mí mismo: ‘le agradezco a todos y prefiero hacer otras cosas de mi vida’”.
Pensando a futuro, el Tonga adelantó: “Cuando uno es futbolista quiere seguir por el lado del futbol. Me recibí de técnico en 2011 cuando estuve esos 3 años de San Lorenzo aprovechando en mis tiempos libres. Ojalá tenga la chance de poder dirigir, de formarme. No sé si primera división, pero sí empezar en inferiores. Mi lugar en el mundo es Temperley, y quiero estar adentro del club. Por ahora hay técnicos y no está la posibilidad pero esperaré. Mientras tanto quiero aprovechar el tiempo, recorrer lugares que no podía frecuentar por estar siempre cansado de entrenar. Estoy ansioso por todo, quiero tener paciencia y disfrutar de mis cosas. Yo sigo jugando al fútbol, y voy a morir en una cancha de futbol, pero ya no más de manera profesional”.
Antes de despedir, dio su opinión sobre el interés que tiene San Lorenzo de contratar a Walter Perazzo, técnico de Temperley: “Le dio al equipo la serenidad que necesitaba, están jugando muy bien. Todo hincha de Temperley no quiere que se lo lleven. No queremos que se vaya, pero si le toca ir a San Lorenzo lo vamos a tener que dejar ir. Lo esperaremos con los brazos abiertos”.
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