El férreo defensor de Sacachispas y recolector de residuos, estuvo en diálogo con TT Sports, por Radio Trend Topic. Recientemente superó la gripe A y ahora su profesión lo expone a diario al coronavirus. “Me quedaría en casa para cuidar a mi familia, pero hay que poner el pecho y salir adelante”, compartió.
Por Ignacio Sonderéguer
En las últimas semanas, el trabajo de Darío le brinda un privilegio que muchos perdimos circunstancialmente: la libertad de circular por la ciudad. Una licencia que, sin dudas, conlleva una carga pesada de riesgo de contagio en él y sus cercanos. “En mi casa sufren de asma, cuando vuelvo ni saludo antes de desinfectarme por completo”, contó. El futbolista que hoy juega en la B Metropolitana está viviendo una situación muy especial. Acostumbrado a los bocinazos cada vez que bloquea una calle con el camión, se mostró sorprendido por la paciencia de los transeúntes que esperan sin problemas. “El otro día se acumuló atrás mío una fila de 10 autos, ni una bocina escuché, antes me hubieran insultado al instante”, dijo entre risas. En relación a Villa Soldati, barrio donde vive, reveló que “los viernes y sábados parece que no hubiera cuarentena”.
En agosto cumple 39 años. El zaguero del ascenso profundo ya piensa en el retiro. En sus palabras: “Para jugar renegando prefiero parar, si siguiera, sería en un club que tenga aspiraciones de ascender”. Si bien él se identifica primero como un jugador de fútbol, hoy en día siente más que nunca su trabajo como recolector. “Hoy me siento importante, somos titulares, tenemos que estar sí o sí para darle una mano a los ciudadanos argentinos”, dijo.
ESCUCHÁ LA ENTREVISTA COMPLETA ACÁ: