Tras el histórico tercer puesto en la Copa del Mundo 2007 disputada en Francia, Agustín Pichot decidió cerrar su etapa en Los Pumas. Sin lugar a dudas, es una voz autorizada a opinar sobre el combinado nacional y su presente: «Ojalá salgamos campeones en Japón, pero tenemos un Mundial muy difícil por delante», sueña el ex medio-scrum.
Hoy en día, desde su rol dirigencial, Pichot analiza a Los Pumas y Jaguares, pero sin dejar de lado su pasión como hincha de los conjuntos argentinos. Además, nos cuenta su visión de la llegada y el crecimiento del profesionalismo en el país.
¿Cómo ves hoy en día a Los Pumas?
- Es muy difícil como ex jugador analizar o criticar un equipo del cuál uno formó parte; más que nada para no faltarle el respeto a los jugadores. Como hincha te digo que he seguido muy de cerca los últimos años apoyándolos un montón. Tienen un Mundial muy difícil, va a ser una prueba grande en una zona muy complicada, la zona de la muerte. Hay que ver cómo está el grupo. Tanto el equipo que dirigió Daniel (Hourcade), como el de Mario (Ledesma), afrontaron desafíos muy grandes.
- ¿Qué sería hacer un buen Mundial para Los Pumas?
- El objetivo de Los Pumas siempre es clasificar a cuartos de final, pero como hincha me gustaría que salgamos campeones, aunque eso dependerá de cómo esté el equipo. Uno siempre busca estar entre los mejores ocho del mundo y si se puede más, mejor. Después depende de las circunstancias que te toquen: contra quien jugás, el grupo que te toca, el nivel de tus jugadores, etc. En el Mundial pasado tuvimos una zona bastante accesible y después se jugó de gran manera ante Irlanda. Ahora nos tocó la zona de muerte. Pero es el desafío de Mario y del equipo, a quienes les deseo lo mejor.
- ¿Qué le aportó al rugby argentino la llegada de Mario Ledesma a Jagaures y Los Pumas?
- Mario le inculcó al equipo todo su proceso de aprendizaje muy importante que tuvo en Europa y Australia. Él ya conocía la parte latina del método y allá sumó la sajona. No muchos entrenadores cuentan con la experiencia que tiene Mario a nivel de Stade Français, Montpellier o Wallabies. Desde que dejó de jugar ha tenido una escuela muy grande y enriquecedora para él y para el rugby argentino.
- Y ahora se sumó el Chalo Longo…
- La inclusión de Chalo como mánager de Los Pumas le da un poco de balance a Mario en la parte técnica. El profesionalismo ha evolucionado muy rápido y Chalo, habiendo estado y entendido el sistema, le puede brindar ese balance. Mario se dedicará a la técnica del equipo y el detalle del juego. Gonzalo se enfocará en la parte humana del jugador y hacerle entender cómo es el mundo superprofesional, pero sin olvidar del amateurismo, que es de dónde venimos.
- ¿Qué cosas positivas y negativas le encontrás al profesionalismo dentro del rugby argentino?
- El profesionalismo es discutible desde su llegada al rugby en 1995. Trajo cosas que son difíciles de evaluar si son buenas o malas. Cuando está el dinero de por medio parece que la parte romántica del deporte va a desaparecer, pero no es así. Al principio había miedo en Argentina de que se pierda el amor por el club. Pero para mí son dos mundos totalmente paralelos que se complementan. Jugadores profesionales en el país solamente hay 40/50, cuando los amateurs son 100 mil. Y uno nunca va a romper con lo otro. Lo mismo sucede en Inglaterra. Los clubes profesionales son los 14 de primera y algunos más de segunda. El resto es todo amateur y conviven así hace más de 20 años. Ese miedo yo no lo tengo porque lo he visto, ví que no se va a perder el amateurismo. El cambio siempre trae miedo; hay que tratar de liderarlo, proteger a los clubes y no negar la llegada del profesionalismo. Es parte de la evolución del deporte. Pasó con los Juegos Olímpicos, con el fútbol, con todos. Con el rugby iba a pasar y pasó.
- ¿Entonces el profesionalismo nunca va a abarcar en su totalidad al rugby argentino?
- El profesionalismo es un tema de negocio. No podés hacer todo profesional. No te da la ecuación ni el mercado; no es implementable. Ha pasado con el básquet y con el fútbol. Llega un momento en que cuanto más generas, peor es el nivel. Terminás haciendo ligas deficitarias y fundís clubes. No tiene sentido. El rugby es muy difícil que vaya para ese lado. Los clubes van a seguir siendo amateurs y una parte chica, que es el Super Rugby o la Carling Cup son profesionales, nada más. Además, hemos exportado esa liga, no la trajimos acá. Eso va a seguir haciendo que el rugby amateur esté blindado. Ese es el proyecto que presentamos desde un principio, muy criticado porque pensaron que la vara se iba a correr, pero siempre fue igual: el profesionalismo va a estar en unos pocos. Eso va a dar los ingresos para que el rugby de base y amateur siga creciendo.
- ¿Cómo tomás la salida de ciertos jugadores de Jaguares a los clubes europeos?
- Así como evolucionan los mercados, evoluciona el deporte, lo económico y la toma de decisiones personales. Me tocó a mí en su momento y le toca a todos los jugadores profesionales. Antes no había las opciones que hay hoy. O jugabas en el CASI o jugabas afuera. Ahora hay una instancia diferente a lo que era para nosotros: jugar al rugby profesional en tu país. Es durísimo porque viajás un montón. El jugador toma la decisión por un montón de razones, ventajas económicas, de familia, de comodidad, pero nunca voy a criticar a alguien que tome la decisión de irse a jugar afuera. No hay que dramatizar, es parte del sistema profesional.
- ¿Sentís que esas salidas pueden afectar a Los Pumas?
- No, porque ya se levantó la prohibición de los jugadores de Europa. Los primeros cuatro años había que dejar un periodo para proteger a la franquicia. Ahora el entrenador de Los Pumas tiene la libertad para elegir. Después él decide si lo mejor para el equipo es convocar un jugador que juega afuera o uno del sistema argentino. Mario tiene que tomar esa decisión con lo que pesa y lo importante que es, pero tiene la opción de elegir a los mejores jugadores.
- ¿Preocupa que haya tan poco público en los partidos de Jaguares como local?
- El tema del estadio en el Super Rugby pasa en todos lados. Es una preocupación a nivel mundial. Creo que hoy con la televisión, la comodidad y demás, el público dejó de ir tanto a la cancha. No es como antes que iban 60 mil personas. La gente joven también está más selectiva en el programa que haga el fin de semana. En la Unión Argentina no preocupa porque el Super Rugby es algo nuevo y hoy hay un flujo de entre ocho mil y 15 mil personas, que para el país es un montón. A nivel clubes en un CASI-SIC irán entre dos mil y tres mil, cuando antes iban siete mil. Lo que sí hay que tratar de lograr es que el producto sea cada vez mejor.
- ¿Cómo tomás las críticas y el exitismo que se vive en torno a Los Pumas y Jaguares?
- En el deporte hay que entender que la crítica no se explica, es parte del folklore pasional, que no sabes ni por qué pasa. El deporte tiene una explicación: el proceso de cuando arrancaste a los 10 años, que te dieron de comer, hay un montón de cosas de porque sí, porque no. No lo podes explicar el día que perdiste porque te matan. ¿Sabes lo difícil que es ser campeón del mundo? Es muy difícil, mira el fútbol. Tuvimos un extraterrestre como Maradona que nos sacó campeón, pero ahora con otro extraterrestre (Messi) no podemos. Hay métodos y en Argentina no los hay.
Fuente: MC